Por Vi Rivera

Nuestro proceso de “salir del closet” es doloroso, independientemente de la red de apoyo que tengamos, ya que también puede
resultar en exclusión, perdida de apoyo de la familia y amistades como le pasa
a personas gays, lesbianas, bisexuales; estamos expuestas/os a sufrir violencia
en nuestro trabajo, escuela y familias.
Muchas personas trans tienen una autoimagen negativa, ya que se
sienten inconformes con su cuerpo físico lo que es reforzado por estereotipos
culturales. Algunas personas trans hacen dietas y ejercicio físico de forma
compulsiva, tienen problemas de alimentación y algunas se inyectan silicón. Las
personas trans que ingieren hormonas algunas veces ganan mucho peso. Como a
cualquier persona con sobre peso, están expuestas a problemas del corazón,
diabetes, presión arterial alta y autoestima.
Por otro lado, la transfobia en el sistema de salud salvadoreño hace que muchas
personas trans no busquen asesoría o atención médica lo que les pone también en
riesgo de cáncer. Hombres trans que se hormonan pueden desarrollar problemas de
cáncer en los senos y en los ovarios. Mujeres trans que se hormonan pueden
desarrollar cáncer de próstata y de seno. Por supuesto que esto se complica con
el consumo de alcohol y de tabaco. Al entablar diálogos con organizaciones hermanas sobre los sistemas de salud encontramos que los Lineamientos Técnicos para la Atención de la Población LGTBI del Ministerio de Salud en El Salvador son desconocidos por las y los prestatarios de servicios en las Unidades Comunitarias de Salud en casi todo el país, sobre todo para la atención de salud no vinculada al VIH/Sida, como lo es para la población de hombres trans y lesbianas.
Los altos niveles de estrés, aislamiento,
depresión, pobreza, la violencia transfóbica , falta de programas inclusivos en
el sistema educativo, de salud integral y los altos niveles de discriminación en la
sociedad hace que las personas trans abusen el alcohol, fumen tabaco, consuman
drogas y muestren conductas sexuales de riesgo, sobre todo, el sexo sin
protección. De particular importancia son los problemas de salud emocional, ya
que salir del closet, resolver problemas de identidad genérica y vivir en una
sociedad tranfóbica, sin oportunidades, no es fácil. Son todas esas situaciones, casi incomprensibles para nuestros gobernantes, que hemos decidido impulsar el estudio de nuestra situación como hombres trans y profundizar en nuestra organización como Colectivo.
¡Una gota de alerta! ¡Cuide su lenguaje!

Cuando tenga que usar un pronombre específico refiriéndose al género,
lo mejor es usar el pronombre del género que la persona trans le presenta, por
ejemplo, cuando se refiera a un hombre trans refiérase a el siempre en
masculino.
Siempre use el nombre que le ha dado la persona trans, no use otra
variación del nombre.
Si tiene que especificar que una persona es trans, hágalo diciendo “mujer
trans” (si es hombre a mujer) ú “hombre trans” (si es mujer a hombre).
Nunca ponga en alerta a nadie cuando vaya a presentar a una persona
trans. Sencillamente presente a la persona trans como cualquier otra persona de
su círculo de amistades.
Si desea hacer comentarios sobre la identidad de una persona trans, trate
de hacerlo de forma constructiva y en privado.
Siempre recuerde que una persona trans también tiene derecho, como
Ud., a disfrutar su vida, sus talentos y su privacidad.
Nunca use comillas al referirse a los nombres de las personas
transgénero.
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